JUAN BEAT
A estas horas de la tarde del sábado ya estoy muy triste; y aunque me doy cuenta que estoy bebiendo muchísimo y hago agua de sandía para no abrir la cerveza alemana de 1 litro, pienso en una más, solo una cerveza más. Por la madrugada, después de terminar segundo en la Indy 500 en el x box y con mis dedos adoloridos después de 200 vueltas a la "famosa pista de Indianápolis", en el canal 11 me encontré con una película francesa: Las novicias; es una historia nada extraordinaria, pero para mi ojos irritados y mis dedos con ampollas debido a mantener el botón "R" del control del x box, fue un alivio. Y no por la francesa recluida en un convento y que se escapa para llegar a París e intentar ser una "puta" y conducir una ambulancia a toda velocidad, sino porque en algún momento pensé en Lorena y su estancia en París; por extraño que pueda parecer recordé ese viaje a suiza y lamenté no haber viajado con ella una vez más. Lorena me dijo que viajaría con su "novio nuevo", no me molesta, los hubiese acompañado, quizás me necesitarían ahora para llevarlos por el metro y mostrarles esa taberna griega en donde se come tan bien; no se si fue por Lorena el ponerme triste, o por ver las placas azules con letras blancas que indican el nombre de las calles, o reconocer el museo de Luvre y el Boulevard Haussman, pero me mantuve hasta el final de la película. Me sacó unas risas, pero hubo una nostalgia que hoy por la tarde me ha jodido este gris sábado... Voy por una de litro más.
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